"Un aguijón para vuestro escepticismo: Comparad el Rostro del Sudario y el Rostro de la Sábana. El Velo de la Verónica es también un aguijón para vuestra alma escéptica. Comparad vosotros, racionalistas tibios, inseguros en la fe, vosotros que os conducís por secos exámenes el Rostro del Sudario y el de la Sábana, uno es el Rostro de un vivo, el otro es el de un muerto; pero la altura, el ancho, los caracteres somáticos, la forma, las características son iguales. Superponed las imágenes. Veréis que corresponden la una a la otra. Soy yo. Yo que quise recordaros como era y en qué me convertí por amor a vosotros. Si no estuvierais definitivamente extraviados, si no fuerais ciegos, deberían bastar esos dos Rostros para llevaros al amor, al arrepentimiento, a Dios..."
"Un aguijón para vuestro escepticismo: Comparad el Rostro del Sudario y el Rostro de la Sábana. El Velo de la Verónica es también un aguijón para vuestra alma escéptica. Comparad vosotros, racionalistas tibios, inseguros en la fe, vosotros que os conducís por secos exámenes el Rostro del Sudario y el de la Sábana, uno es el Rostro de un vivo, el otro es el de un muerto; pero la altura, el ancho, los caracteres somáticos, la forma, las características son iguales. Superponed las imágenes. Veréis que corresponden la una a la otra. Soy yo. Yo que quise recordaros como era y en qué me convertí por amor a vosotros. Si no estuvierais definitivamente extraviados, si no fuerais ciegos, deberían bastar esos dos Rostros para llevaros al amor, al arrepentimiento, a Dios..."