La aprobación y la publicación del Catecismo de la Iglesia católica constituyen un servicio que el Sucesor de Pedro quiere prestar a la Santa Iglesia Católica, a todas las Iglesias particulares en paz y comunión con la Sede apostólica de Roma. Pido, por lo tanto, a los pastores de la Iglesia y a los fieles, que reciban este Catecismo con un espíritu de comunión y lo utilicen constantemente cuando realizan su misión de anunciar la fe y de llamar a la vida evangélica. Este Catecismo les es dado para que les sirva de texto de referencia seguro y auténtico para la enseñanza de la doctrina católica, y muy particularmente para la comprensión de los catecismos locales. Se ofrece también a todos aquellos fieles que desean conocer mejor las riquezas inagotables de la salvación (cf. Jn 8, 32). Quiere proporcionar un punto de apoyo a los esfuerzos ecuménicos animados por el santo deseo de unidad de todos los cristianos, mostrando con exactitud el contenido y la coherencia armoniosa de la fe católica. El "Catecismo de la Iglesia Católica" es finalmente ofrecido a todo hombre que

nos pida razón de la esperanza que hay en nosotros (cf 1Pe, 15) que quiera conocer lo que cree la Iglesia Católica. Juan Pablo II

Constitución apostólica "Fidei depositum"